Cómo adaptar una vivienda para personas minusválidas o con dificultad en sus movimientos

Cómo adaptar una casa a personas con discapacidad de movimiento

En el día a día, las personas con discapacidad física, las personas mayores o con movilidad reducida se enfrentan con múltiples obstáculos en espacios públicos y en sus propios hogares. Esto no les permite disfrutar de una buena calidad de vida y les impide realizar muchas actividades cotidianas.

De acuerdo a la ley, un mínimo de 4% de las viviendas que forman parte de los programas anuales de promoción pública deben destinarse y adecuarse a personas con discapacidad. Este tipo de viviendas deben permitir a estas personas disfrutar de calidad de vida, por lo que deben contar con elementos que faciliten la movilidad y accesibilidad, como ascensores o rampas.

Sin embargo, son muchas las viviendas particulares con estructuras demasiado antiguas para poder adaptarse para incluir elementos que faciliten la movilidad. Pero existen viviendas de construcción más reciente que si pueden ser reformadas.

Antes de emprender una reforma para adaptar la vivienda para personas con discapacidad, es necesario hacer una evaluación de las necesidades particulares de cada individuo.

Evaluar las necesidades de las personas con discapacidad

Analizar cuáles son las necesidades físicas de cada persona es esencial antes de comenzar las reformas para adaptar una vivienda para personas con discapacidad. El primer paso consiste en definir cuál es el nivel de discapacidad del individuo, pues de esto dependerán los elementos que necesitará en la vivienda.

Por ejemplo, las necesidades varían si se trata de una persona con discapacidad visual o una persona en silla de ruedas. Asimismo, si es una discapacidad crónica o gradual, que empeorará con el tiempo, es importante poder realizar todos los cambios pertinentes en la vivienda pensando en la situación a futuro, para así evitar tener que realizar más reformas a lo largo de los años.

El siguiente paso consiste en consultar con un experto cuál es la mejor forma de incorporar las soluciones de movilidad en la vivienda, teniendo en cuenta que cada edificio o vivienda particular tiene unas características propias. La mejor opción suele ser recurrir a un asesor que defina cuáles son las reformas necesarias antes de comenzar con la obra.

Cada caso es único, por lo que es esencial contar con profesionales que puedan guiarnos con respecto a cuáles son las mejores soluciones para adaptar la vivienda en óptimas condiciones. No se trata solo de tareas simples como derribar tabiques o adaptar la ducha, son muchos los detalles que son necesarios para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.

Además de reformar la vivienda particular, es posible que también sea necesario adaptar zonas comunes o accesos del edificio. Dado que esto está regulado por ley, deberán tramitarse las licencias o permisos para cada elemento concreto.

¿Cuáles son los principales obstáculos y sus soluciones?

A continuación, te contamos los elementos más importantes que se deben considerar al adaptar una vivienda para personas con discapacidad:

  • Obstáculo: viviendas con más de una planta y escaleras

Solución: existen varias opciones para permitir una movilidad autónoma entre plantas. Algunas de ellas son instalar un ascensor o un salva escaleras, existen múltiples soluciones de salvaescaleras en forma de silla o plataforma salvaescaleras.

  • Obstáculo: Barreras arquitectónicas o compartimentación de espacio

Solución: Planear la distribución del espacio de la vivienda, de forma tal que se eliminen obstáculos o al menos se adapte un espacio a las necesidades de la persona. Lo ideal es contar con una casa diáfana que garantice por completo la movilidad.

  • Obstáculo: Pasillos o entradas estrechas

Solución: Los pasillos deben adaptarse para tener como mínimo 110 centímetros de ancho. En relación a las entradas, el ancho mínimo deberá ser de 80 centímetros y es recomendable que las puertas sean correderas. Además, es necesario que los puntos de giro o cruces tengan un diámetro de 120cm. Estas medidas permitirán la movilidad a personas con discapacidad.

  • Obstáculo: Baño no adaptado

Solución: Adaptar la ducha para que esté a ras de suelo y cuente con barras de sujeción de ser necesario.

Además de estas soluciones, espacios como el baño o la cocina requieren de otras medidas de seguridad para evitar accidentes. Por ejemplo, es necesario contar con un detector de humos en la cocina o adaptar la altura de encimeras, lavabos o inodoros.

Al final, lo más importante a la hora de adaptar una vivienda para personas con discapacidad es considerar las necesidades particulares de cada individuo para poder tomar las medidas que garanticen una completa movilidad y calidad de vida.