Sovaldi, razones médicas y comerciales de un tratamiento contra la hepatitis C

Sovaldi (pero también Virunon) es en realidad el nombre comercial de un medicamento que se emplea en los tratamientos de la heptatitis C de naturaleza crónica. El compuesto es el Sofusbuvir y se administra habitualmente bajo dosis diarias de 400 miligramos y por vía oral.

El medicamento inhibe la enzima de polimerasa del ARN del virus de la hepatitis C, un virus que es el factor imprescindible para la reproducción vírica y el centro de la estrategia para combatir sus efectos. El Sovaldi (Sofusbuvir) fue desarrollado por la empresa norteamericana Giled Sciences, pero fue descubierto por la de Pharmasset y por su creador y director de investigación, el doctor Dennis Liotta. Descubiertas las propiedades del Sofusbuvir-Sovaldi Giled Sciences compró Pharmasset por 11.000 millones de dólares en algún momento anterior a 2014. Sovaldi salió finalmente al mercado en 2014 con la aprobación de la FDA de Estados Unidos, la agencia del medicamento norteamericana.

El Sovaldi se emplea para tratar la hepatitis C de los genotipos del 1 al 4, pero nunca sólo, se suele medicar con ribavirina o en combinación con interferón pegilado y la misma ribavirina. El Sovaldi también se emplea como medicamento de base en los tratamientos de Sida, pacientes con hepatitis C en los que se ha desarrollado simultáneamente infecciones por el virus de inmunodeficiencia adquirida humana.

El Sovaldi fue autorizado en 2014 por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios para los siguientes casos:

– En situaciones clínicas en las que un avanzado estado de la enfermedad o un riesgo de mortalidad asociado no ofrecen otras alternativas terapéuticas o, si existen, éstas no se pueden implementar por cuestiones como las de la seguridad. Ésto es, en casos de trasplantes de hígado, en el de pacientes cirróticos coinfectados, en el de enfermos en los que hay contraindicaciones con tratamientos de interferón o por haber fracasado otros que empleaban inhibidores de proteasa.

Se han detectado diferentes efectos secundarios, sobre todo, debido a que el Sovaldi se emplea con el apoyo de otros medicamentos. Efectos secundarios recurrentes como distintos tipos de erupciones en la piel, irritabilidad acusada, dolores de cabeza o náuseas.

Costes del tratamiento

El elevadísimo coste del medicamento se ha convertido en un problema para los sistemas de salud pública de todo el mundo, y mucho más para el español que sufraga prácticamente todos los gastos farmacéuticos. El hecho de que pueda ser una solución más eficaz para determinados enfermos de hepatitis C crónicos ha movilizado a las asociaciones de enfermos desde que este medicamento fuera comercializado en 2014. Asociaciones que quieren que se incluya al Sovaldi en las líneas de tratamientos cubiertos por el sistema de Sanidad español.

La Salud Pública española atraviesa en estos momentos su peor momento económico en años y como consecuencia de la crisis económica, la falta de inversiones y la baja liquidez del sistema. El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha desarrollado diferentes planes para privatizar la salud pública y reducir los gastos corrientes de los servicios, especialmente, con la puesta en marcha de una reforma sanitaria configurada para el caso en 2012.

Con ella, se ha intentado sacar a los inmigrantes ‘sin papeles’ de la atención médica gratuita, acabar con el llamado turismo médico, por el que ciudadanos de otros países acuden a España a completar tratamientos en el servicio público de salud con cargo a la Administración española, pero también con tasas de copago por prescripción de medicamentos.

La reforma sanitaria sólo ha podido desarrollar algunos aspectos de su articulado ante la fuerte contestación ciudadana, dejándose sin efecto, algo, que según diferentes analistas políticos es consecuencia de la necesidad de no crear desafección política en la ciudadanía en año electoral.

Aunque el presidente Rajoy aseguró en marzo de 2015 que ‘ningún español se va a quedar sin medicamentos’, lo cierto es que los costes de los tratamientos para la hepatitis C crónica con Sovaldi son inasumibles para el sistema de salud pública español, exista o no exista una mala coyuntura económica como sucede en la actualidad.

Una estimación del California Technology Assessment Forum, entidad norteamericana de estudiar el impacto social y médico de los fármacos, evaluó en 2014 que el precio estimado para un tratamiento con Sovaldi de 12 semanas era de casi 80.000 euros y de que otro para pacientes afectados por el getonipo 3 del virus de 24 semanas de duración ascendería a 155.000 euros.

La controversia gira en torno a que esos costes no son realistas, si se los compara con los que tienen otros medicamentos más económicos y que se han estado utilizando de manera combinada en distintas terapias en los últimos años. Algunos expertos consideran que el Sovaldi sólo debería estar disponible para casos especialmente graves y complicados de resolver como los de la hepatitis C asociada a la cirrosis hepática.

Según los analistas, los altos precios del Sovaldi son el resultado de la necesidad de la compañía Pharmasset de sufragar los gastos de investigación y de creación del medicamento que, según esos mismos analistas, podría haber tenido un coste especialmente alto.

En Estados Unidos, el costo medio del lanzamiento de nuevo medicamento suele estar en torno a los 2.300 millones de euros. A esa cantidad habría que sumar los gastos de Giled Sciences por la compra de Pharmasset, más de 10.000 millones de euros, casi 14.000 millones de euros en total, que el medicamento tendría que cubrir sólo para alcanzar a los gastos.

La solución comercial más simple sería elevar el precio de los tratamientos con Sovaldi hasta llegar a un nivel en el que las ventas justifiquen el negocio y generen los rendimientos económicos esperados. Y ése es el quid de la cuestión.

¿Deben las administraciones sanitarias jugar al juego de las farmacéuticas pagando lo que no se puede pagar o debe primar la atención al enfermo y a su calidad de vida?. Un enfermo que, en cualquier caso, también tiene otros medicamentos probados menos costosos a su disposición pero también potencialmente menos eficaces.